Nonsense in Basic (Sin sentido en Basic)

En muchas ocasiones me doy cuenta, de que al lanzar una interrogativa al receptor, de por ejemplo, dos posibles respuestas, al 50%, un sí o un no, uno o dos, en este o en el otro, recibo por respuesta toda una serie palabras y frases, emociones, sensaciones, sentimientos... menos la respuesta que debía oír, es decir, sí o no, uno o dos, en este en o el otro. En este preciso instante, es cuando, me pregunto, que es lo que falla. ¿Falla el interlocutor?, ¿falla el receptor?, ¿o es fallo del mensaje?  O a lo mejor, mi vocalización es la reencarnación de la de Homero Simpson cuando habla comiendo rosquillas…

El caso es que lanzaste una pregunta, y ahí estás,  diez minutos después hablando sobre los problemas del  famoso o famosa fraudulenta de turno, por ejemplo, (quien tuviera esos problemas económicos y no la triste economía de mi bolsillo vacío, hueco y que no posee ni el aire).

 Recuerdo con nostalgia cuando empecé haciendo mis primeros pinitos de programación en un Spectrum en lenguaje Basic. En mi memoria solían quedarse muchos de los mensajes de error que el lenguaje te devolvía cuando algo fallaba. Uno de ellos era Nonsense in Basic, Sin sentido en Basic, y no sucedía cuando te equivocabas en alguna letra de una instrucción, sino cuando le decías algo que no entendía. Algo sin sentido en ese idioma. Una máquina salida de la imaginación del hombre, no puede entender tus sentimientos, sin embargo, si le preguntas si en el armario están los zapatos, te dirá sí o no, solo hay uno, o los dos, está en este cajón o en el otro. Salieron de nuestra imaginación, y con ello lo que se pudo transmitir, a nuestra semejanza, ¿por qué ellos sí nos dicen lo que nos interesa oír?

Bienvenidos al mundo de los robots.

Fuentes:
Homer Simpson: http://es.wikipedia.org/wiki/Homer_Simpson
Basic: http://es.wikipedia.org/wiki/Basic
Spectrum: http://es.wikipedia.org/wiki/Sinclair_ZX_Spectrum

Tu sueño eterno (III)


Esta noche estábamos celebrando una fiesta familiar en casa. El ambiente rebosaba alegría, cosa que parecía reservada a estos momentos. Nos habían visitado mis tíos, hermano y hermana de mi madre, y sus respectivos hijos, primos por mi parte. Los más pequeños jugaban por toda la casa, por el jardín, y la parte de atrás, dónde estaba la piscina. Todos tenían ya una edad en la que no era riesgo que anduvieran por esa zona. Todos excepto Bárbara, mi hermana pequeña, pero ella se encontraba en su habitación jugando sola. Bárbara era una niña muy especial y muchas veces prefería estar jugando sola. Los “mayores” hablaban de los típicos temas sin algún interés aparente. De pronto un estruendo sonó y se llevó la luz con él.

Mi tío Rafa intentaba poner calma:
-Venga no es nada, habrá saltado el automático.
-Y si es automático porque no se conecta de nuevo automáticamente, jajaja.
El primo Roberto siempre con sus chistes, la pubertad, la edad del pavo…
-Es hora de que salgan los fantasmas y se lleven a Rocío y Tooooomás…
Por no hablar de Richard que lo terminaba de arreglar todo.

Richard y Roberto, son los dos hijos de mi tío Rafa, las tres “erres” les llamaban. Roberto había heredado la cachonda y guasona personalidad de su padre, mientras que Richard vino de serie con una gran imaginación.
Susana, mi hermana, trajo hacía así, en la oscuridad, al pequeñín Tomás, antes de que lo asustarán de más.
Mi padre, Gabriel,  alumbró con su mechero (siempre llevaba un par encima, un ilustre fumador no puede andarse con problemas a la hora de encender  la llama que calma su adicción), hacía el cuadro de los fusibles, abrió la chirriante tapadera y, ¡voilá!:

-¡Voilá, y se hizo la luz!
-Para los más peques, podéis ver que al igual que la luz de la casa se fue y volvió, no tenéis que temer a la oscuridad, pues siempre llegará el día para que los rayos del sol os iluminen vuestra estancia.
Mi padre, el sabio poeta, era algo que me entusiasmó siempre.

Comprobamos que todos estuviéramos y nadie se había extraviado. Mi madre, Alicia, había ido nada más irse las luces a ver a Bárbara, que estaba sola en la habitación. 

-¿Y bien, estamos todos?
Gritó mi tío Rafa. Y casi hilvanando su grito con la aparición en escena de mi madre Alicia, todo el mundo se asustó al ver su cara que no presagiaba buenas noticias.
-Bárbara no está en su habitación.

La buscamos por toda la casa, por el jardín, bien supo dios que miré la piscina con temor en los ojos. Pensamos si podía haber salido a la calle, pero no fue posible, pues en la terraza habían estado mi tía Sara y mi tío Pedro, hermana y cuñado de mi madre.

Dos horas más tarde todos estábamos en el salón. Reinaba el silencio, solo interesaba oír el teléfono con noticias alentadoras.

-Mamá,  ¿Bárbara estaba en la habitación la última vez que la viste esta tarde?
-Sí.
-¿Y qué estaba haciendo, jugaba con sus juguetes?
-Nooo, estaba durmiendo, estaba muy cansada.
Mire a Susana con cara de preocupación.
-Mamá, Bárbara estuvo jugando casi toda la tarde, yo mismo la vi.
-No no puede ser, estuve sentada en el sofá observándola, primero me miraba con mucha dulzura, hasta que… se durmió profundamente.
-No hay sofá en la habitación de Bárbara, mamá, ¿estás segura de que era esa habitación?, ¿cómo era la habitación?
-Sí, era su habitación, como siempre entraba la luz justa para que el ambiente sea el apropiado para ella, yo mismo sitúo la persiana en la posición correcta, el sofá, un poco incómodo, como todos, está a la derecha a los pies de  su cama. No hay cuadros y en la mesilla guardo todo lo que le hace falta. Las sabanas de su cama huelen tan bien… como si las hubiese lavado yo… a la izquierda hay otra cama pero está vacía… el armario, es extraño, tiene dos partes pero no puedo acceder a la otra…
-Pero, creo que estamos perdiendo el tiempo, ¡tenemos que encontrar a Bárbara!

Aquella mañana desperté, y vi de nuevo el mundo gris. A la izquierda, en mi mesilla, descansaba el retrato de mi hermana Bárbara. Hace 13 años murió, tras varios síncopes, comenzó a sentirse cada vez más débil y  nos dejó. Fue mi madre quien la vio por última vez. Ahora, me despierto de mi sueño, y es cuando más me pregunto, por qué nos dejó de esa extraña forma, para cumplir su sueño eterno.

Pequeña Nube


     Hubo una vez, en el reino de los cielos, una pequeña y dulce nube que desprendía, no lluvia, sino ternura. No pudo pasar desapercibida, por  el que también habitaba el reino de los cielos, el colosal rey egoísta, y voló por ella, torturando al mártir que llevaba dentro de si mismo.

     El temor del colosal rey egoísta era robarle tal estado de gracia, y su cristalina inocencia, de sus aguas en calma, e inconscientemente convertirla en una marchita flor, que con nostalgia recordara en un futuro el lago de las almas.

     En el reino de los cielos, los actos del colosal rey egoísta, desataron la ira del imperio de las aves, que no podían llegar a imaginar una tormenta en la pequeña nube. El colosal rey egoísta , maravillado por la existencia de una pequeña y tierna nube, se sentía arrepentido de no poder tenerla en sus manos.

     Así, reunió a las demás nubes y las hizo chocar entre ellas. Mas no hubo tormenta sino miles de lágrimas que iban cayendo sobre el lago de las almas, acabaron inundándolo, y su corriente arrasó la tierra de los Malditos, acabando con el mundo gris que se tornó en color.

      Ahora reina en el cielo, el auténtico y rey verdadero, junto a una majestuosa y colosal nube, que va desprendiendo ternura allí dónde va su destino.

      Nunca más lágrimas, en el reino de los cielos…

Crystal Boy

In this world made of plastic,
lives a boy made of glass.
When everybody is playing,
Crystal boy breathes quietly,
He looks around,
And touches the air,
with his eyes.

There’s no blood,
through his veins.
And he cries.

Everybody is made of plastic,
But only the crystal boy’s heart is sad.

The most powerful thing, everything you can imagine,
was in the mind of a boy made of glass.
When a beggar’s dream woke up him,
Crystal boy, smashed to pieces,
his heart of glass.

In this world made of plastic,
You can’t hurt a human,
with a boy made of glass…

GranGris, el pajaro que voló a lo más alto del cielo.

    Hola GranGris, ¿qué estás haciendo aquí en la mina?
-    No lo ves, trabajo en la mina, soy GranGris, ¿qué iba a estar haciendo si no? Puedes marcharte si no tiene más preguntas.
     Me respondió y gracias debía dar pues era de las veces que más amable había sido.

-    Pero… GranGris, tú fuiste el pájaro que más alto voló jamás en Amber Town, ¿por qué ahora quieres trabajar en la mina?, no le veo sentido alguno…
-    Trabajar en la mina es tan honrado como volar a lo más alto del cielo, además…
sabes perfectamente… ¡Que me cortaron mis alas! ¡¿Cómo te atreves?!
     Quizás GranGris pensaba que intentaba sacarle de sus casillas, pero mi intención no era tal, ni mucho menos.

-    GranGris, cuando volaste tan alto, tu y yo sabemos de lo que fuiste capaz, y sabes, que puedes hacer que tus alas crezcan de nuevo.
     GranGris no se sorprendía por lo que estaba oyendo.  Y en un tono enfurecido, pero en el fondo acongojado, gritó:
-    ¡No es lo que deseo! Volar tan alto fue muy peligroso, tanto, ¡Qué me cortaron las alas! ¡¿Cómo te atreves!?

     En el alma de GranGris estaban todas las claves del mundo de los pájaros, pero a GranGris le habían cortado las alas, y toda esperanza de salvarse él y el resto de los pájaros, estaban perdidas…

     Siempre que veo un pájaro, cruzarse ante mi, o en lo alto del cielo, recuerdo a GranGris, el pájaro que voló, a lo más alto del cielo.

¿Eres un autómata?

Seres clonados, marionetas, figurantes, en un lugar de fantasía los llaman muggles, o simplemente, autómatas, se dejan llevar por el guión de esta película. Los hay conscientes e inconscientes de ello… de entre los primeros, están los que despiertan, y consiguen sus sueños sin demasiadas dificultades… y los que, sin rendirse, luchan por cada mínimo esbozo de fantasía que recorre sus pensamientos, su hierro es más dificil de forjar...

Decir que un autómata no es consciente de su propio ser puede parecer un disparate, pero es así, es cierto. Y en el fondo, todos seguimos conservando una parte de automatismo que irremediablemente, no se puede erradicar. Miles de factores influyen en ello. Enumerarlos sería tedioso y a la vez peligroso, aún así, es a mi parecer, que esto no es producto de la casualidad. Gracias a nuestra fortuna, somos conscientes de estos resquicios de hojalata que aún albergan nuestras mentes.

En ésta película, donde límite y bloqueo, se codean ante tus expresivos ojos, el elemento de transacción económica es indispensable. Dependiendo de él, tú, que has despertado, tendrás las cosas más o menos difíciles. Sin embargo, si despertaste de tu sueño eterno, y venciste a la máquina que operaba en tu cabeza, es hora de disfrutar de este nuevo viaje, sé tu dueño, sabrás que ahí fuera también están ellos, y un ejército de millares de autómatas, que ojala pudieran despertar, algún día…

Definición de muggle: http://es.wikipedia.org/wiki/Muggle

Sensatez

Sensatez siempre estuvo unida a Sensibilidad, primero por lazo, después de corazón. En el mundo de la mentira, el de los ojos sellados, Sensatez, no era más que el reflejo de Histeria en un bello y esbelto espejo. Así, Sensatez, cual imitación de aprendizaje, repetía lo que había aprendido, observado, pero no comprendido, y de Histeria por Demencia, de Sensatez igual hacía por Sensibilidad. Pero las cosas iban a cambiar. El día que Sensatez partió del hogar de ahora los Cuatro, de lados semejantes, más no iguales, y abandonó el mundo de la mentira, porque ya abrió los ojos sellados, comprendió toda la verdad, toda la mentira, como un personaje en un escenario gris, maquillado por encima. En el tercer milenio de su vida, Sensatez se debería encontrar en el mejor momento de su existencia, sin embargo, abrir los ojos sellados le permitió ver lo bueno y el todo horror que tenia ante sus ojos, y se un hundió en lo más profundo del pozo que su propio ser habitaba. Aún así tuvo la osadía y la valentía de subir, escalar y trepar, mas cien veces resbalando, otras cien veces volviendo a subir, hasta llegar a las profundidades del mundano exterior (pues es la superficie, un lugar mayormente arriba). Comprobó una vez más que la convivencia capitalista del ser y la nada, son, imposibles, no obstante era el momento de comenzar su propia historia.

Sensatez decidió que lo que mil veces en sueños vió, era su destino, y así pues embarcó en un viaje hacia el más allá de acá, haciendo realidad sus sueños, guiando su camino, y no por un camino guiado, encontrando por fin la felicidad de su ser.  Pronto, el despertar de los ojos sellados de Sensibilidad estaría cerca, pues Sensatez y Sensibilidad estuvieron unidos primero por lazo y más tarde de corazón…