No llores más por el sol

Hoy han madrugado,
puras y ligeras,
con la brisa matinal
las majestuosas nubes...

Agolpándose unas con otras,
invadiendo el terreno celestial.
Observadas...
Admiradas por el colosal.

Aletargado en su despertad,
somnoliento en la mañana,
cauto en su salida...

Deja escapar un rayo,
entre las nubes aparece
su breve resplandor.
Asustado por la brisa...
Vuelve a desaparecer.

La tristeza las apodera,
el frio las invade
penetrando en su interior...

A lo lejos,
el eco de los llantos.
Anhelando el colosal, su calor.
Comienza a llover...

Vuelos de huida,
alas refugiadas.
Todos huyen de los llantos.

Alertado por las lágrimas
Comienza a despertar.
Pensativo, cauto...

En la oscuridad hace su espera,
las mira con calma...
buscando comprensión en sus llantos.

Sorprendiendo al celestial,
avanza con su brillo...
Las majestuosas ya cesaron su llanto.

El puente de la calma,
aparece, y con él los sollozos,
se van.

El aire ahora es pulcro.
Las lágrimas en tus ojos,
son pura emoción.

No más lágrimas en el reino de los cielos.

Mi primera vez


Mi primer contacto con las drogas fue muy duro. Casi tanto como aquel momento en que mi cabeza se apretaba contra la almohada, llorando amargamente y pidiendo no oír más a quién me odiaba, me envidiaba, me admiraba... Esperaba no verlos nunca más. Ese era mi único deseo.

Mis padres estaban muy asustados. Y pidieron consejo. Maldigo ese día... o quizás lo considere una bendición. ¿Por qué?

Un señor me convenció. A creer en él. Y no a todas las cosas que estaba descubriendo, por mi solo. Tenía 17 años. Y estaba comenzando a morir. Desde ese mismo instante, en que probé las drogas, mi ser quedó enjaulado, y enviado a una dimensión de la que quizás hoy esté empezando a regresar.

Los señores de blanco, me convencieron a probar sus drogas. Y no tuve más remedio que aceptar. Hubo alguien que habló conmigo primero. Pero no entendió lo que le estuve diciendo. Nadie quería hacerme daño, tampoco. ¿Es para echarse a llorar, verdad? Quizás ya lo estés haciendo.

Y fue horroroso. Creía que iba a morir. Quizás lo hice, de algún modo, cuando dejé que la droga se introdujera en mi cuerpo, y éste quedara maldito para siempre. Mientras, mi cuerpo se tambaleaba encima del sofá del salón, entre sollozos rogando, que no me fuera a morir ahí, y todos simplemente contemplando, rogando también para que nada me pasara.

Por esa razón, jamás he probado un porro, ni ninguna otra droga. Porque las drogas, ya las llevo dentro. Dentro de mi imaginación y adheridas a ella. Y con el peligro que eso conlleva. He visto todos los mundos, he visto a todos los seres, y todo el horror que en ellos había. También todas sus virtudes y sus defectos. La alucinación me lo hizo posible. Quizás no desees saber qué cosas he visto.

Una vez que comprendes que nada más que somos… como muñecos, de goma, en un escenario de ficción, donde todos tenemos un papel que interpretar, es cuando empiezas a vivir, y puede que maldecir toda la historia hacía atrás y la que venga por delante. Solo así quedas libre. Y ya no sientes que algo esté mal, ni otra cosa bien.

Porque ahora eres consciente. Puede que tarde. O justo en el momento.

Piensa en las drogas, y siéntete orgulloso de no haber probado ni una sola en toda tu vida. De no haber introducido en tu cuerpo, lo que una y otra vez, es posible que te pidiese de nuevo. Porque puedes hacerlo perfecto, y ganar sin ellas. Sólo tú puedes hacerlo. Nadie más te va a ayudar. Sólo tú.

Tú eres tu peor enemigo. Nadie puede odiarte más que tú, ni tu sombra, ni tu reflejo. Empieza por tenderles la mano a ellos también. Y después reconciliarte contigo mismo. Tu éxito empieza a estar asegurado. Continúa. Adelante. No dudes. Tú sabes ser tú, mejor que nadie.

Este momento

¿Cuándo llegará este momento? El momento en que los payasos de este apocalíptico país, se marchen de los lugares que okupan, como sanguijuelas que se atrapan a nuestros pies manchados de barro, uno en el fango, y el otro saliendo, intentando…


¿Qué ha de suceder para que los payasos de turno, paren las máquinas y todo sea como Dios manda? ¿Acaso tiene que caer un meteorito en la tierra? ¿Pero y si nos cae encima, en nuestro país? Quizás se acabe el problema. Estamos dando muchos quebraderos de cabeza, es algo que se huele en el ambiente. Primero Grecia y después… España.


Nuestro único pensamiento evolutivo está en la cerveza… y en la fiesta… y en la cerveza. Vamos dónde haya fiesta, ¡dónde haya fiesta! ¡Eh, y cerveza también, por supuesto! Pero por favor, cuando nuestras cabezas piensan y nuestro mundo arde, no nos damos cuenta de que la cerveza y la evolución no tienen por qué estar reñidas de ninguna forma.


Dónde está la evolución de éste reino, donde los lucrados son los mismos de siempre, los eternamente sobreprotegidos, dónde el talento es inexistente, y la creatividad se torna en destructividad. Quizás esa tarea les sea muy bien aprehendida.


Las cosas deben de cambiar, pero salgamos del fango, por favor, otra vez dentro no. Ellos no están dentro ni se van a meter por ninguna razón ni para ningún tipo de dialogo. Hay que ser creativos, hay que crear. Porque el secreto está ahí. Un mundo sin tristeza, aunque suene a utopía, y a un cuento en el interior de una canción de Saratoga, es el objetivo, y cuando se persigue algo, no se termina de perseguir hasta que la obra termina. Se cierra el telón y se vuelve a abrir. Cuando hemos terminado de obrar, no de perseguir nu-es-tros  su-e-ños. Los sueños dejan de ser sueños, cuando se convierten en realidad.


Y mientras… quizás debamos decir “Lo siento, perdóname, porque yo te quiero”. Todos los que hemos dejado, atrás, sin decir en el momento oportuno. Si persigues tus sueños, libre, tu camino es más llevadero.


Y este momento está aquí, dónde siempre ha estado, sólo tenemos que desear lo correcto en el momento, justo ahora. Los sueños se hacen realidad. Todos lo sabemos, y sabemos cómo. Sólo hay que desearlos y perseguirlos.


Y ya puedes respirar en paz. Porque todo el mundo te lo agradecerá. Sin dudas, ni prejuicios.


Imagen: http://programatumenteparatriunfar.com/blog/10-frases-para-lograr-metas/

(Des)Clasificación del fenómeno espíritu santo

Debemos analizarlo. Y lo hemos hecho. Los resultados son los siguientes:
Durante más de 2000 años, estamos igual que al principio de la historia que Jesucristo comenzó. Y todo por algo que se interpretó mal. Para variar. La culpa es del lenguaje. Será. O no.

Veamos:

De todos es sabido el dicho popular: Todas son unas putas. Por dios, eso incluye a todas las mujeres, todas, sin distinción, desde el momento que una mujer es concebida, ya está clasificada como una prostituta. Y da igual si no está concebida. Porque el destino la llevará a que también lo sea. Tu madre también lo es. Aunque no tengas nada contra ella. Lo siento.

 Alguien malinterpretó los escritos
en La Biblia y entendió lo siguiente:
Jesucristo fue concebido por el espíritu santo, no por su padre José, de modo que el espíritu santo enviado por Dios se tiró a María y en calidad de amante, hizo que María pusiese los cuernos a José, creando el efecto de María es una puta (Todas son unas putas) y haciendo del hombre un ser que no vale para nada más que para ser odiado por las mujeres. Estamos en el siglo XXI (creo) y es hora de que sepamos que el hombre pone los espermatozoides, las mujeres el ovulo y el espíritu santo hace el milagro en nombre de Dios (lo que la ciencia llama "el milagro de la vida"). Aprendamos el significado de la metáfora, y en consecuencia lo que intenta transmitir cada obra de arte, incluidos nuestros hijos. Lo loros existen, y tienen pico, no boca. Amen. Sin acento. Gracias.

La eternidad











Hoy desperté…
¿Y si todas mis pesadillas y mis sueños,
fueran realidad en algún lugar?

Prefiero el vacío en mi mente…
Y sólo rescatar aquellas cosas,
que en mi memoria permanecen,
también en otro lugar.


En el mismo que mis sueños.
En el canal eterno de la intempestiva realidad.
Cuando el padre gris despierte de lo eterno,
y  sus hijos le sigan sin pérdida de voluntad,
ni deseo, ni alborozo, la nada y lo eterno,
serán uno, y uno todos serán.

La armonía y la paz, en forma etérea,
y de forma eterna, secarán las lágrimas,
de los desconsiderados sin llanto,
para el resto de este momento,